El emprendimiento femenino en España avanza con fuerza y determinación. Las mujeres emprendedoras destacan por su resiliencia y su capacidad de adaptación, sobre todo en contextos de crisis, aunque hoy sus motivaciones van más allá del simple autoempleo. Buscan impactar, incrementar ingresos, ganar autonomía y lograr un equilibrio real entre vida laboral y personal.

Sin embargo, aún se han de enfrentar a grandes retos: el acceso al capital inicial sigue siendo limitado, y los proyectos liderados por mujeres suelen arrancar con menor financiación que los impulsados por hombres. Aun así, las emprendedoras ganan terreno en sectores estratégicos y altamente innovadores, con una presencia creciente en ámbitos tecnológicos y en el emprendimiento rural.

En estas áreas, las mujeres no solo marcan la diferencia, sino que además logran mayor estabilidad y tasas de abandono significativamente más bajas.